CARISMA
BIOGRAFÍA DE SANTA CLARA
Santa Clara nació en Asís a finales del s. XII, hija de Favarone de Offreduccio y de Ortolana, familia noble.
Viendo cómo Francisco y otros jóvenes se lanzaban a vivir el seguimiento de Cristo en pobreza y fraternidad, experimenta cómo el Señor le inspira también vivir esta forma de vida. A los 18 años, rechazando las propuestas de matrimonio que sus padres le ofrecían, y después de tener algunos encuentros con Francisco, un domingo de Ramos decide huir del hogar paterno y guiada por el Espíritu del Señor y su santa operación, sigue la intuición carismática de Francisco, escogiendo la más austera pobreza y el ocultamiento orante. Es consagrada al Señor por Francisco en la capilla de Santa Mª de los Ángeles,
restaurada por el santo. Posteriormente es trasladada a la iglesita de S. Damián, igualmente restaurada por Francisco; y allí, junto con otras hermanas que el Señor poco a poco le va regalando Clara vive el resto de su vida siguiendo a Jesucristo Pobre y Crucificado y defendiendo siempre su llamada a vivir en Altísima Pobreza y en Santa Unidad.
Clara es la primera mujer que ha compuesto una Regla para mujeres. Le fue aprobada dos días antes de su muerte, el 9 de agosto de 1253.

Santa Clara. Fragmento de fresco de Simone Martini, 1312–20, en la basílica de San Francisco de Asís.
BIOGRAFÍA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
Francisco, (nació) a finales de 1181 o a principios de 1182, en Asís. Francisco pertenecía a una familia rica -su padre era comerciante de telas- y vivió una adolescencia y una juventud despreocupadas, cultivando los ideales caballerescos de su tiempo. A los veinte años tomó parte en una campaña militar y lo hicieron prisionero. Enfermó y fue liberado. A su regreso a Asís, comenzó en él un lento proceso de conversión espiritual que lo llevó a abandonar gradualmente el estilo de vida mundano que había practicado hasta entonces. …
Puesto que su padre Bernardone le reprochaba su excesiva generosidad con los pobres, Francisco, ante el obispo de Asís, con un gesto simbólico se despojó de sus vestidos, indicando así que renunciaba a la herencia paterna: como en el momento de la creación, Francisco no tiene nada más que la vida que Dios le ha dado, a cuyas manos se entrega… Otros compañeros se asociaron a él y en 1209 fue a Roma, para someter al Papa Inocencio III el proyecto de una nueva forma de vida cristiana. ..
También Clara, una joven de Asís, de familia noble, se unió a la escuela de Francisco. Así nació la Segunda Orden franciscana, la de las clarisas.
Parece ser que después, en 1220, Francisco visitó la Tierra Santa, plantando así una semilla que daría mucho fruto: en efecto, sus hijos espirituales hicieron de los Lugares donde vivió Jesús un ámbito privilegiado de su misión. Hoy pienso con gratitud en los grandes méritos de la Custodia franciscana de Tierra Santa.
En 1224, en el eremitorio de la Verna, Francisco ve el Crucifijo en la forma de un serafín y en el encuentro con el serafín crucificado recibe los estigmas; así llega a ser uno con Cristo crucificado: un don, por lo tanto, que expresa su íntima identificación con el Señor.
La muerte de Francisco -su transitus- aconteció la tarde del 3 de octubre de 1226, en «la Porziuncola». Después de bendecir a sus hijos espirituales, murió, recostado sobre la tierra desnuda. Dos años más tarde el Papa Gregorio IX lo inscribió en el catálogo de los santos. (Benedicto XVI. Catequesis en la audiencia general del miércoles 27 de enero de 2010.

Santa Francisco de Asís. Fragmento de fresco de Simone Martini, 1318, en la Iglesia de Abajo de Asís.
